INFECCIÓN POR HELICOBACTER PYLORI

INFECCIÓN POR HELICOBACTER PYLORI

La Helicobacter pylori es una bacteria conocida por ser en la mayoría de las ocasiones el factor desencadenante de enfermedades gástricas como úlceras o gastritis.

Las personas que padecen infección por pylori deben llevar a cabo un alimentación variada, equilibrada y saludable, aunque sí es conveniente excluir de la dieta aquellos alimentos mal tolerados por el paciente.

Existen una serie de recomendaciones tanto generales como nutricionales que pueden ser beneficiosas en el tratamiento de esta dolencia.

Recomendaciones generales

  • Evitar el tabaco y bebidas o alimentos estimulantes como el café, té, refrescos con cola, alcohol, chocolate….
  • Utilizar la sal y especias con moderación.
  • Recurrir a técnicas culinarias suaves que requieran poco aceite o grasa como plancha, vapor, horno o similares evitando todo tipo de guisos, salsas, fritos o rebozados.
  • Debe acostumbrarse a realizar varias comidas y pequeñas raciones evitando comidas copiosas y abundantes, lo recomendable es realizar entre cinco y seis ingestas diarias como desayuno, media mañana, comida, merienda, cena e incluso algo antes de irse a la cama.
  • Se debe ingerir suficiente agua, pero siempre ingerida a lo largo del día a pequeños sorbos y fuera de las principales comidas.
  • Debe coger el habito de comer en ambiente relajado y tranquilo, masticar bien y evitar situaciones de estrés o ansiedad.
  • Se recomienda descansar o reposar media hora después de cada comida principal.

 

Alimentos aconsejados o desaconsejados

Haciendo un repaso en cuanto a qué alimentos son más recomendables o bien aquellos que debemos evitar o cuanto menos moderar:

En cuanto a lácteos

Son realmente necesarios pues son fuente de calcio, proteína de alto valor biológico, vitaminas liposolubles como la vitamina A y D:

  • Suelen ser bien tolerados los “sin lactosa” preferiblemente desnatados o semidesnatados, quesos frescos y yogur o kéfir.
  • Suelen ser mal tolerados la leche entera o con lactosa, nata, mantequilla, quesos fermentados o muy curados, también postres como flan, cuajada.

 

En cuanto a la carne, pescado o huevos

Son fuente de proteína de alto valor biológico, minerales como el hierro o fosforo, vitaminas como la B12, vitaminas liposolubles A y D, el pescado fuente de grasas saludables como la omega 3:

  • Suele ser bien tolerado las carnes blancas como el pollo, pavo, conejo, pescados frescos y blancos, en cuanto al huevo en tortilla, escalfado…
  • Suelen ser mal tolerados las carnes muy grasas, embutidos muy grasos, huevo frito, en cuanto al pescado azul ser recomienda evitar los más grasos como el salmón.

 

En cuanto a frutas y verduras

Alimentos ricos en micronutrientes como vitaminas y minerales, además de agua y fibra:

  • Suelen ser bien tolerados las frutas no ácidas como la manzana, pera, melocotón, plátano… En cuanto a las verduras preferiblemente cocinadas, las más recomendables son las judías, calabacín, zanahoria, berenjena, calabaza, patata, boniato, tomate sin piel, cebolla pochada.
  • Suelen ser mal tolerados las frutas muy ácidas como los cítricos, las verduras crudas a modo de ensalada, las flatulentas como la alcachofa, crucíferas (coliflor, col, coles de Bruselas…), el tomate con piel.

En cuanto a las legumbres

Puede producir gases, en tal caso evítelas o bien puede cambiar el agua de cocción una vez hayan hervido durante unos minutos, después tritúrelas, de esta manera son más fáciles de digerir y no tan flatulentas.

En cuanto a los cereales y derivados

Son fuente de hidratos de carbono, fibra y también aportan vitaminas y minerales, la versión integral siempre será más saludable, sin embargo, se digiere peor, lo recomendable es tomar arroz blanco, pan blanco tostado, pasta o galletas tipo maría, debe evitar sobre todo el pan recién hecho (del día), se recomienda tostar el pan, pues por la acción del calor se rompe el almidón y mejora la digestibilidad del alimento.

Debe evitar alimentos que pueden irritar la mucosa como alimentos muy condimentados y espaciados, vinagre, cítricos, café, bebidas carbonatadas, productos integrales, picantes y también alimentos que estimulan la secreción gástrica como el chocolate o alcohol.

Tratamiento. Farmacológico y remedios naturales.

Tratamiento farmacológico

El tratamiento de elección es el farmacológico, siempre por prescripción facultativa, suele tratarse con una combinación de varios antibióticos y protector gástrico durante al menos 15 días.

Remedios naturales

Existen herramientas naturales para combatir la H. pylori, pero siempre como complemento al tratamiento farmacológico y nunca como tratamiento principal, acatando siempre las indicaciones del médico.

A continuación, vamos a destacar aquellos remedios naturales que pueden resultar eficaces y para los cuales existe base científica que así lo corrobora:

  • Aceites esenciales como el aceite de hierbaluisa, aceites esenciales a base de limón u otros como aceite de orégano, melisa, tomillo….
  • Probióticos. La suplementación con probióticos es efectiva para controlar la infección o bien la ingesta habitual de yogur o kéfir (probiótico natural), ya que alimentamos nuestra microbiota reforzando así las defensas.
  • Infusiones de té verde, tomillo, romero, echinacea también pueden ser útiles en el tratamiento para combatir la bacteria.