Mi metodología

Consulta de nutrición en Castellón

Pilar Alcón Dietista-Nutricionista

No debemos olvidar que el Dietista-Nutricionista es un profesional sanitario que debe velar por la salud del paciente, todo tratamiento planteado por el profesional debe ir encaminado a mejorar su estado de salud y nunca en detrimento de ésta.

En este trabajo el factor psicológico juega un papel muy importante, es fundamental empatizar con la persona, que haya cercanía, conocerla bien, saber cuáles son sus objetivos, inquietudes, problemas…todo ello es necesario para que confíe en ti como profesional. La confianza con tu nutricionista es clave para que te pueda ayudar y conseguir lo que te propongas.

1. Evaluación del estado nutricional del paciente

Para conocer el estado fisiopatológico del paciente y así poder individualizar el tratamiento es necesario recopilar toda la información necesaria a través de las siguientes herramientas:

Toma de medidas antropométricas. Con el uso de la impedancia bioeléctrica que permite analizar la composición corporal del paciente.

Historia dietética. Se debe realizar una valoración exhaustiva de la ingesta del paciente para poder detectar hábitos incorrectos y posibles desequilibrios nutricionales, es decir, identificar todo aquello que nos ha llevado a la actual situación, se trata de cambiar nuestra conducta alimentaria arraigando buenos hábitos para siempre.

Actividad física. La práctica habitual de ejercicio físico es imprescindible para conseguir y preservar un buen estado de salud por los innumerables beneficios que aporta (mejora el perfil lipídico, glucémico, tensional, refuerza el sistema inmune, mejora nuestra autoestima, mantiene los huesos fuertes y sanos…). Debemos saber transmitir a la persona su importancia y que se convierta en una filosofía de vida al igual que una alimentación variada, completa y equilibrada.

Historia clínica. Mediante la cual recabamos información en cuanto a su estado de salud, revisión de una analítica reciente para saber si existen complicaciones metabólicas o desequilibrios nutricionales debemos conocer también los antecedentes familiares, fármacos o suplementos que toma, presencia/ausencia de situaciones fisiológicas especiales, intolerancias alimentarias o bien intervenciones quirúrgicas.

2. Diagnóstico y tratamiento personalizado

Elaborado el diagnóstico, se plantean los objetivos y el tipo de dieta que vamos a aplicar adaptada a la situación del paciente.

Es muy importante, sobre todo en las primeras visitas explicar bien la dieta, posibles cambios, recomendaciones, sugerencias…todo cambio cuesta y por ello se recomienda disciplina, paciencia y ganas de aprender.

La dieta debe también adaptarse a la vida de la persona, costumbres, ideología, el tiempo que tiene para cocinar, turnos de trabajo, familia, que alimentos prefiere…es decir, la dieta tiene que adaptarse lo mejor posible para asegurarnos su continuidad, el tratamiento se debe ir moldeando y modificando en función a objetivos, impresiones, aversiones, preferencias…solo así conseguiremos adhesión, compromiso por parte de la persona y por tanto buenos resultados, es de vital importancia escuchar.

3. Monitorización y seguimiento. Educación Nutricional

Para garantizar fidelidad y buenos resultados es fundamental un seguimiento y monitorización periódico con el fin de valorar la respuesta al tratamiento, posibles conflictos con la dieta o cambios en ella en caso de que sea necesario, así conseguiremos efectividad en el tratamiento como el compromiso del paciente, los buenos resultados servirán de motivación asegurando el no abandono y la adhesión al tratamiento.

El tiempo que se requiere depende de muchos factores, edad, sexo, objetivos a perseguir, la respuesta al tratamiento por parte del paciente, su compromiso (si no se hacen los deberes no hay resultados). A priori es difícil establecer el tiempo necesario, pero si el suficiente para conseguir el principal objetivo, educación nutricional.