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Enfermedad respiratoria aguda: gripe y resfriado común

Enfermedad respiratoria aguda: gripe y resfriado común

En ambos casos hablamos de enfermedad respiratoria viral aguda que cursa con una sintomatología muy similar aunque con algunas diferencias que ahora veremos. La gripe se suele caracterizar por un cuadro de aparición brusca de fiebre, de unos 3 a 7 días de duración, acompañada de cefaleas, tos seca, falta de apetito, dolor al deglutir, dolor muscular, cansancio y malestar general, el periodo de incubación es de 1 a 3 dias, en algunas ocasiones ciertos síntomas como la tos pueden durar hasta quince días, en casos graves puede evolucionar a bronquitis, neumonía incluso muerte. En el caso del resfriado, la enfermedad suele comenzar con molestias nasales o faríngeas, estornudos, rinorrea y malestar general, suele ser de carácter afebril y rara vez se produce cefaleas.

Tabla 1. Diferencias entre gripe y resfriado:

CARACTERISTICAS GRIPE RESFRIADO COMUN
Virus implicados Virus influenza A y B Rinovirus, coronavirus….
Periodo de incubación 18-36 horas 48-72 horas
Fiebre 38-41 º C Afebril (rara vez)
Mialgias SI NO
Cefaleas MUY INTENSAS Rara
Tos productiva (expectoración) NO SI
Dolor lumbar SI NO
Estornudos Raros SI
Odionofagia A veces SI
Irritación ocular A veces SI
Secreción nasal acuosa A veces SI (primeros días)

 

Etiología y transmisión:

En ambos casos son los virus los responsables, en el caso de la gripe, el virus A es la causa más frecuente, aunque también pueden intervenir otros como el virus B, rinovirus entre otros. En el caso del resfriado el abanico es más extenso pudiendo ser causado por una amplia diversidad de virus (rinovirus, influenza, adenovirus, coronavirus…).

La diseminación se produce por contacto interpersonal y a través de gotitas de aerosol producidas al hablar, toser o estornudar que son transportados por el aire y que contaminan aquello que tienen a su alcance. Las vías de transmisión de los virus catarrales son, por tanto, la aérea o la autoinoculación nasal o conjuntiva. Al alcanzar el epitelio de las vías respiratorias, penetran en las células donde se reproducen, entrando en periodo de incubación que puede variar si se trata de gripe o resfriado, es el momento donde alcanzan su máxima concentración en las secreciones respiratorias.

 

Tratamiento farmacológico:

En el caso de la gripe se pueden tomar medidas profilácticas (prevención) y optar por la vacunación antigripal que consiste en una sola dosis, la máxima protección se consigue a las dos semanas. En cuanto al tratamiento en sí a aplicar cuando ya se ha contraído la enfermedad, podemos diferenciar dos tipos: sintomático o paliativo cuyo objetivo es aliviar los síntomas y el otro, etiológico el cual va dirigido acabar con el virus (antivirales: zanamivir, rimantadina, amantadina…).

El tratamiento mas habitual de los cuadros respiratorios agudos de etilogía viral, es decir, tanto en gripe como en resfriado común, consiste en paliar los síntomas con los conocidos “ANTIGRIPALES” mientras la enfermedad sigue su curso y las defensas del organismo eliminan el virus. De hecho, en el caso del resfriado no existe ni vacuna efectiva ni tratamiento etiológico por lo que las alternativas se limitan al control de los síntomas.

El antigripal en sí es un “coctel” de varios principios activos con diferentes mecanismos de acción, debiendo seleccionar el más adecuado en función a los síntomas presentados: analgésicos y antipiréticos, descongestionantes tópicos y sistemicos, antihistamínicos y expectorantes, antitusígenos, antisépticos bucofaríngeos.

Antitusigenos, ¿si o no?. Ello va a depender del tipo de tos, la tos es un mecanismo de defensa cuyo objetivo es expulsar aquello que nos hace daño. Si la tos es productiva (con moco) no se debe “cortar” para que realice su función. En caso de tos improductiva (tos seca) puede resultar conveniente el uso del fármaco pero en cualquier caso será siempre el facultativo quien decida y prescriba el medicamento. Como remedio casero resulta efectivo cortar una cebolla y dejarla junto a la cama mientras dormimos.

 

Medidas higiénico-dietéticas:

Al margen del empleo de diversos fármacos para conseguir la reducción o desaparición de los síntomas asociados, existen medidas de carácter general que son aconsejables en los pacientes afectados con gripe o resfriado. En cuanto a la alimentación debemos llevar a cabo una dieta equilibrada y ligera poniendo en práctica los siguientes consejos:

-Evitar la sal, las grasas saturadas, los azucares y el alcohol, ya que deprimen el sistema inmunitario y limitan su actividad.

Evitar leche y derivados, porque aumentan la producción de mocos. El yogur será una excepción ya que por su efecto probiotico el sistema inmunológico se verá fortalecido.

-No forzar la ingesta de alimentos si la persona no tiene apetito, pero debemos comer, tu cuerpo necesita energía para luchar contra el virus. Realizar pequeñas tomas con los alimentos citados, caldos, zumos, y mucha fruta y verdura.

Aumentar el consumo de líquidos (caldos, zumos…) y abundante agua ya que ello ayudará a expulsar la mucosidad originada, cualquier expectorante debe ir acompañado de ella para aumentar su eficacia. La ingesta de agua ayuda a aumentar la actividad de los glóbulos blancos, los que luchan contra el virus.

Aumentar el consumo de zumos de frutas frescas (sobre todo de cítricos, ricos en vitamina C) y verduras (el pimiento es una fuente importante de vitamina C). Aumentar el consumo de verdura de color rojo/naranja (calabaza, zanahoria…) pues son fuente de carotenos, potentes antioxidantes que frenan la oxidación celular.

-Consumir hiervas como la equinacea, el sauco, el astrágalo y la milenrama.

Tomar con frecuencia CALDO DE POLLO, existe evidencia científica que demuestra que ayuda a reducir la inflamación de la garganta y de las mucosas nasales, esto se debe a que el caldo dificulta el movimiento de los neutrófilos, células que si bien combaten el virus, también potencian la liberación de mucosidades y provocan la inflamación de los tejidos. El caldo de pollo es por tanto antiinflamatorio, anticongestivo y además reduce la mucosidad.

-Tomar el zumo de un limón con una cucharadita de miel. La miel actúa como bactericida natural fortaleciendo nuestro sistema inmune.

 

A nivel general, debemos seguir las siguientes recomendaciones:

-Evitar el consumo de tabaco, humidificar el ambiente y evitar los locales cerrados mal ventilados. Evitar los cambios bruscos de temperaturas.

-Reposo relativo. No es conveniente que el paciente encamado se tape excesivamente.

-Aislamiento del paciente, sobretodo de tipo aéreo, evitar acercarse a otras personas y no acudir al trabajo, escuela y otros lugares públicos.

-Cubrirse la boca y nariz al estornudar o toser, a poder ser con un pañuelo. Utilizar pañuelos desechables.

-Lavarse con frecuencia las manos. No frotarse los ojos con las manos.

-Para aliviar la congestión realizar vahos con vapor de agua durante cortos periodos de tiempo.

-Para aliviar la molestia de la garganta: Hacer gargarismos a base de agua con sal y chupar caramelos duros de miel, limón…(mezclar el zumo de un limón con una cucharadita de miel e ir ingiriendolo poco a poco para que se quede en la garganta y surta efecto, la miel es un bactericida natural).

-Usar gotas de agua salada en la nariz, para suavizar la mucosidad y humedecer la delicada piel de la nariz.