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Dieta en la madre lactante

Dieta en la madre lactante

La lactación es el proceso mediante el que las hembras de los mamíferos producen leche , secreción nutritiva adaptada al crecimiento y desarrollo de la cría, que contiene todos los nutrientes necesarios para satisfacer sus necesidades durante la primera etapa de la vida. Con respecto a otras especies el recién nacido humano necesita menos leche por ello las mujeres pueden sintetizar suficiente cantidad de leche de óptima calidad con solo incrementar en aproximadamente un 25% su ingesta energética habitual lo que supone un aporte adicional de 500 kcal/día.

La práctica de la lactancia no solo beneficia al bebé con la que es posible cubrir todas las necesidades nutricionales del recién nacido a término durante los primeros seis meses de vida (por no hablar de la inmunidad que le confiere), hoy se sabe que la lactancia puede tener un efecto muy positivo sobre la salud de la madre: ayuda a la involución del útero, disminuye el riesgo de sangrado uterino, reduce el riesgo de cáncer de mama y ayuda a establecer una adecuada relación entre el recién nacido y su madre.

Es el periodo de la vida reproductiva de la mujer donde  LAS NECESIDADES NUTRICIONALES SON MAXIMAS, INCLUSO MAYORES QUE EN EL EMBARAZO. Se trata de una situación de interés nutricional  (SIN) fisiológica en la que prácticamente todos los nutrientes adquieren protagonismo pues todos ellos son más requeridos y por tanto no hay un grupo alimentario que potenciar,  se deberá por lógica recomendar una alimentación variada y equilibrada que aporte todos los grupos alimentarios y así poder cubrir dichos requerimientos nutricionales aumentados.

Sí podemos destacar la relevancia de algunos de ellos: energía (500 kcal adicionales diarias), proteinas  y calcio (siendo el nutriente más demandado llegando a necesitar 1500 mg/día). En concreto la piridoxina (B6), cobalamina (B12), vit A y D  se deben vigilar especialmente pues un aporte deficitario en la dieta de la madre puede suponer niveles bajos de dichos nutrientes en la leche. Cosa que no ocurre con el fólico que suele mantenerse constante en la leche incluso cuando la madre lleva una dieta deficiente en él. En cuanto al hierro la cantidad necesaria en este periodo es el mismo que necesita la mujer adulta fértil, es decir, no aumenta necesitando 15 mg/día.

Problemas asociados a la lactancia materna

Algunos de los problemas que pueden presentarse durante la lactancia pueden evitarse con una correcta información:

  1. Agrietamiento de los pezones: si ocurre agritamiento es temporal hasta que los pezones se acostumbren a la succión del bebé. Para aliviar esta molestia , se debe exponer los pezones al aire , debe usarse ropa no muy ceñida al pecho, limitar la succión favorece e aumento de volumen mamario y la formación de grietas.
  2. Aplanamiento de los pezones: puede recurrirse a la utilización de pezoneras.
  3. Taponamiento de conductos: El vaciado inadecuado puede producir zonas abultadas y calientes. La medida a tomar es comenzar con el amamantamiento por el pecho que duele para vaciarlo por completo, dar el pecho con mayor frecuencia y durante más tiempo y cambiar la posición de cada toma.
  4. Hipogalactia: La producción de un volumen insuficiente de leche es la causa más frecuente de que la madre recurra a leches artificiales . Puede deberse a administración precoz de biberones, ansiedad, hipertensión, tabaquismo, ingesta de determinados fármacos (antihistamínicos, atropina, diuréticos, anticonceptivos..) y a una ingesta insuficiente de líquidos.

Contraindicaciones de la lactancia materna

No siempre la madre podrá dar de mamar al niño. La presencia de enfermedad no necesariamente contraindica la lactancia pero se deben analizar los riesgos y beneficios de la misma:

  1. Diabetes mellitus: la lactancia es un factor antidiabetógeno, es decir, disminuye los niveles de glucemia materna, en principio hasta beneficioso. Las diabéticas controladas con hipoglucemiantes orales pueden lactar pues, en  primer lugar el fármaco no pasa a la leche en cantidades adversas y en segundo lugar el hecho de estar controladas hace suponer que la dosis ha sido ajustada (reducida) para evitar la hipoglucemia de revote.
  2. Asma: los medicamentos utilizados para su control pueden estar contraindicados para el lactante.
  3. Enfermedades renales: contraindicado por el gasto metabólico que supone.
  4. Hipertensión: los fármacos antihipertensivos no necesariamente pasan a la leche pudiende ser compatible la lactancia.
  5. Enfermedades infecciosas: tuberculosis, fiebre tifoidea, paludismo, sida, hepatitis. En estos casos debe desaconsejarse.
  6. Riesgos para el niño: no es aconsejable para el niño en situaciones como anomalías orofaciales  (labio leporino), intolerancia a la lactosa, galactosemia, fenilcetonuria y prematuros con ausencia de reflejo de succión o deglución.

Guía de alimentación durante la lactancia materna

Es conveniente acompañar las propuestas alimentarias adecuadas y adaptadas a cada etapa de la vida, en este caso la lactancia, con una serie de recomendaciones de tipo práctico que pueden servir de guía y hacer más fácil la práctica alimentaria cotidiana:

1-Ingesta de abundante liquido en forma de agua, infusiones no excitantes, zumos…(mínimo dos litros).

2-Mas que nunca debemos recomendar una alimentacion variada y equilibrada que incluya todos los grupos alimentarios sin excepción pues existe una demanda aumentada generalizada de todos los nutrientes, sí podríamos destacar EL CALCIO, EL MAS DEMANDADO. Dicho esto, no existe el alimento específico que pueda aumentar la producción de leche, será una alimentación bien planificada la que nos dará como resultado una leche de calidad y en cantidad.

3-A pesar de existir una demanda generalizada, los nutrientes más demandados son los micronutrientes, vitaminas y minerales, cuyas principales fuentes alimentarias son: fruta, verdura, legumbres y cereales integrales. Por ello se recomienda un patrón de dieta en la que predomine el tejido vegetal.Al mismo tiempo existe un mayor requerimiento proteico debiendo aumentar la ingesta de sus fuentes alimentarias, una buena alternativa son las vegetales (legumbres), en cuanto a las fuentes proteicas animales se debe ir con cuidado eligiendo siempre carnes magras, lacteos desnatados, moderación con el huevo potenciando la clara frente a la yema…ya que…

4- Se aconseja moderar la grasa animal (carnes magras, lacteos desnatados..) y potenciar la vegetal (aceites vegetales, frutos secos..).

5-la leche es una secreción mamaria que por dichas glándulas se pueden eliminar sustancias que pueden encontrarse posteriormente en la leche. Podemos citar: el alcohol, el tabaco, cafeína (café, té, coca-cola..) por tanto se recomienda abstenerse de beber alcohol, bebidas excitantes y fumar así como no tomar medicamentos sin prescripción medica.

6-Merecen especial atención los niños con antecedentes de alergias en cuyo caso la madre debería abstenerse de tomar alimentos potencialmente desencadenantes de sensibilizaciones, intolerancias e incluso alergias específicas: frutas rojas y exóticas, chocolate, pescado azul, leche de vaca, y huevos.

7En caso de fiebre: hidratar con agua, infusiones, zumos, horchatas, purés…

8- En caso de intolerancia a la lactosa: si es total leche sin lactosa, si es parcial generalmente se toleran las leches fermentadas, el yogur, quesos curados…

9-En caso de necesidad suplementar con calcio pero lo conveniente es intentar cubrir dicha demanda aumentada potenciando los lacteos descremados así como fuentes vegetales: legumbres, ciertas verduras…

10-En caso de sobrepeso adecuar la dieta sin menoscabo de las necesidades de la etapa de lactación. La dieta confeccionada en ningún caso debe ser inferior a 1800 kcal.

11-Planificar ejercicio físico moderado: andar, nadar, bicicleta…

12-La leche materna puede variar de color, gusto e incluso incidir en la función digestiva del bebé. Ello es debido al tipo de alimentos que toma la madre, como puede ser: alcachofa, cebolla, espárragos, nabos, apio, puerros, ajos, pimientos, verduras (familia de las coles) y legumbres flatulentas. Es conveniente observar si existe alguna reacción negativa por parte del lactante para proceder a eliminar de la alimentación de la madre algunos de estos alimentos.

Por último mencionar que después del embarazo y lactancia se debe volver poco a poco a la normalidad alimentaria, ya que las demandas suplementarias que correspondían a las etapas fisiológicas mencionadas  han desaparecido.  Es aconsejable mantener una alimentación donde sigan predominando los hidratos de carbono complejos e integrales, grasas de origen vegetal y continuar con los buenos hábitos de consumo de verduras, frutas y agua. Sí es importante remarcar la importancia de reducir la ingesta de lácteos y cárnicos pues la demanda de calcio y proteína vuelve a la normalidad.